Imagina que estás conduciendo por una carretera, disfrutando del paisaje, cuando de repente notas una vibración extraña en el volante. El coche empieza a desviarse y, al mirar por el retrovisor, te das cuenta: ¡una llanta pinchada!
Esto puede suceder en cualquier momento y lugar: en un viaje por carretera, en un camino rural lleno de piedras, o incluso al pasar sobre un objeto filoso en la ciudad. Lo importante es mantener la calma y saber qué hacer para salir de esta situación de forma segura.
Identificando el problema
Los síntomas de un neumático pinchado pueden ser sutiles al principio, pero se intensifican con el tiempo. Presta atención a estas señales:
Vibración en el volante: Notarás una vibración inusual en el volante, especialmente a velocidades más altas.
Desviación del auto: El auto puede empezar a tirar hacia un lado, como si te jalara hacia el neumático pinchado.
Pérdida de presión: Si te detienes y revisas las llantas, podrás notar que una de ellas está claramente desinflada.
Sonido de aire: En algunos casos, se puede escuchar un sonido de aire escapando del neumático.
¿Qué hacer cuando se pincha una llanta?
Mantén la calma: Lo más importante es no entrar en pánico. Un neumático pinchado es una situación común y controlable si se toman las medidas adecuadas.
Enciende las luces de emergencia: Indica a los demás conductores que estás teniendo una emergencia.
Reduce la velocidad: No frenes bruscamente, ya que esto podría dañar la llanta y el rin. Reduce la velocidad gradualmente utilizando el freno motor (bajando las marchas) hasta que puedas detenerte en un lugar seguro.
Busca un lugar seguro para estacionar: Busca un lugar plano y firme fuera del tráfico, como el arcén de la carretera o un estacionamiento vacío. Evita detenerte en pendientes o curvas.
Asegúrate de que el auto esté inmovilizado: Engrana la primera marcha, aplica el freno de mano y coloca cuñas en las ruedas opuestas al neumático pinchado para evitar que el carro se mueva.
Reúne las herramientas necesarias: Busca la gata, la llave cruz y la llanta de repuesto. Si no estás seguro de cómo usarlas, consulta el manual del propietario de tu vehículo.
Retira la llanta pinchada: Afloja las tuercas de la rueda con la llave cruz mientras la llanta todavía está en el suelo. Una vez que las tuercas estén sueltas, levanta el carro con la gata hasta que la llanta pinchada esté a unos centímetros del suelo. Termina de aflojar las tuercas y retira la llanta.
Coloca la llanta de repuesto: Coloca la llanta de repuesto en el buje y aprieta las tuercas con la mano tanto como puedas. Baja el auto con la gata y aprieta las tuercas con la llave cruz en forma de estrella, asegurándote de que estén bien apretadas.
Revisa la presión de aire: Tan pronto como puedas, revisa la presión de aire de la llanta de repuesto y ajústala al nivel recomendado por el fabricante de tu carro.
La ayuda siempre estará a tu alcance
Si no seguridad cambiando la llanta por tu cuenta, no tienes las herramientas, o bien has tenido una emergencia incluso más grave, recuerda que la tecnología GPS de Tracklink está para apoyarte. Nuestro servicio E-Call detecta accidentes y envía una alerta de forma automática, de modo que nos comunicaremos contigo para conocer tu estado y enviar la ayuda necesaria a tu posición exacta.
Sean paramédicos, bomberos o una grúa, GPS E-Call cubre todo el territorio peruano y te permitirá viajar con toda seguridad al saber que, ante emergencias, siempre contarás con un aliado que no te acompaña a donde vayas.
Consejos para prevenir un pinchazo
Revisa la presión de aire de las llantas regularmente: Asegúrate de que las llantas estén infladas a la presión recomendada por el fabricante de tu auto.
Inspecciona las llantas en busca de daños: Antes de cada viaje, revisa las llantas en busca de cortes, pinchazos, desgaste irregular u otros daños.
Evita conducir sobre objetos filosos: Ten cuidado al conducir sobre baches, piedras afiladas u otros objetos que puedan dañar las llantas.
Lleva un kit de reparación de neumáticos: Si tienes un kit de reparación de neumáticos, puedes usarlo para reparar temporalmente un pinchazo, así como un compresor de aire para inflar las llantas o asegurarte de que tienen el nivel adecuado.