No vamos a mentir, sabemos bien que cada auto es diferente y más aún si compras una marca que no conocías, por lo que empezar a conducirlo puede ser complicado, en especial para si en tu familia hay principiantes al volante. Por ello traemos este artículo, ya que si bien, acostumbrarse es cuestión de tiempo, también hay varios consejos que te podemos dar para empezar bastante bien.

Ajustes básicos

Lo primero que vas a notar en un carro nuevo es que, al subirte, nada se ajustará automáticamente a ti, entonces deberás hacer cambios de la posición del volante, el asiento, los retrovisores y el reposacabezas para conducir con tranquilidad. Incluso revisa el manual (que casi nadie lo hace, pero te lo aconsejamos), y aprovecha para conocer qué bondades tiene el auto y el sistema en tu tablero.

Ubica controles y funcionamiento

Continuando con el tema del manual, es bueno conocer tu carro mientras conduces, pero si no sabes dónde están ciertos controles, te encontrarás en una situación complicada, lo cual puede ser un poco irresponsable si intentas descubrirlo mientras estás en marcha. El limpia parabrisas, las luces, intermitentes, incluso configurar la hora, o saber el nivel de gasolina, todo cuenta y es vital saberlo antes de acelerar.

Estarás bien si eres una persona práctica, es decir que puedes sentarte al volante y probar los mandos al azar hasta que te familiarices con ellos. Pero si eres un aprendiz teórico, insistimos con el manual, o si incluso ver video tutoriales. Lo importante es que te tomes tu tiempo para conocer los controles hasta que puedas localizar cada uno de ellos sin entorpecer tu camino poniéndote en riesgo y a los demás.

También te recomendamos comprobar el GPS y la conectividad con tus dispositivos, revisar el sistema de sonido o entretenimiento. Hacer estos ajustes mientras conduces no es seguro, por lo que es esencial hacerlo de antemano.

¿Nuevas dimensiones?

Una vez que termines de familiarizarte con el interior de tu automóvil, querrás salir y examinar el exterior. Camina despacio alrededor del vehículo para obtener una buena perspectiva de su tamaño. ¿Es más grande o más pequeño que el modelo que conducías antes? Tienes que saber los límites que tiene tu auto, los espacios por los que puede pasar y siempre andar con cuidado, siendo consciente de tu posición al intentar estacionar en paralelo.

Uno de los mejores consejos para manejar un vehículo nuevo es prestar atención a su tamaño al desplazarte. Después de todo, tendrás que modificar tu posición en la carretera para adaptarte a estas nuevas proporciones.

A entrenar con los nuevos pedales

No importa si empiezas a conducir o si eres un veterano, puedes tener dificultades para acostumbrarte a los nuevos pedales. Para adaptarte a ellos, te recomendamos que practiques en un estacionamiento vacío o en una zona residencial tranquila. En definitiva, lo ideal es encontrar un lugar en el que no obstaculices el paso de otros conductores.

Intenta conducir en lugares concurridos

Si bien la conducción en autopistas muy transitadas puede parecer monótona y tediosa, en realidad es muy útil para acostumbrarse a manejar un carro nuevo. Esto se debe a que te obliga a dominar rápidamente tus nuevos pedales de embrague, freno y acelerador. Antes de que te des cuenta, tu memoria muscular se habrá adaptado al auto y podrás conducir sin preocupaciones.

Maniobras básicas

Una de las partes más complejas de la conducción de un vehículo nuevo son las maniobras más habituales, pero que de igual forma requieren concentración, atención y familiaridad con el vehículo. En este sentido, te conviene empezar a practicar lo más pronto posible. Estacionarte, vueltas en U, cruces en avenidas concurridas, etc.

Comprueba todos los fluidos de tu motor

Debes seguir este consejo, no solo para empezar sino durante todo el uso de tu auto en general para garantizar su bienestar, prolongar su vida útil y manejar con tranquilidad. Con un modelo a estrenar, es aconsejable comprobar el aceite al menos una vez a la semana.

Sabemos que los carros modernos vienen equipados con sensores y demás; no obstante, es necesario revisar el aceite del motor con regularidad, pues te ayudará a establecer un buen hábito. Al mismo tiempo, esto te permitirá saber cuándo debes reponer el aceite para evitar dañar el motor y encontrarte en una situación peligrosa en la carretera.

Aumenta la seguridad

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